sábado, 24 de diciembre de 2011

Capítulo 53 - Navidades ivernales: El mono

Hacía tiempo que las historias se fundían y entremezclaban, como si las musas, o las parcas –para el caso era lo mismo-, hubieran organizado una bacanal de vivencias en su azotea. Las pastillas no le calmaban en absoluto, de hecho, la vena angular le palpitaba como si tuviera vida propia, como si quisiera traspasar el epitelio y lanzarse a una expedición por la habitación, pero con sombrero safari, que aparentar es lo que prima. Pero no, se dijo... y posó un pañuelo empapado en alcohol sobre su frente –pensó que así, por lo menos, uno de los dos se embriagaría- que sólo consiguió adsorber, que no absorber, porque los surcos de las arrugas aumentaban la superficie específica y, por ende, la tensión superficial. De todas formas, el hígado se lo agradeció con una reverencia.
Tres años era demasiado tiempo para volver con un ex pero, al contrario de lo que pueda pensar la mayoría de la gente, el mono no entiende ni de plazos ni de terapias. Así que, como diría su abuelo: “a las tentaciones sólo resisten los santos”. Lo encendió, eso sí, con un billete de cien euros para que no todo el momento fuese placentero pero sí memorable y, mientras se lo fumaba, las frases que centelleaban descontroladas por su cabeza fueron ordenándose por estricto orden de antigüedad. Tomó la pluma –esto sólo se puede hacer si se es un escritor de los de antes- y se extrajo unas gotas de la vena del brazo. Sopló un poco de aire mezclado con el humo del cigarro para fijar la tinta púrpura bermellón y pudo comprobar con satisfacción que el contrato se ejecutaba al instante. En las siguientes dos semanas subsistió con una legión entera de café con whisky y de bombones rellenos de pippermint para organizar el mayor compendio de estupideces que un ser humano pudo hacer nunca bajo la fórmula de bestiario.

Tregua de Navidad. Un breve alto el fuego no oficial que ocurrió entre el Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental de la IGM durante la navidad de 1914. La tregua comenzó el 24 de diciembre.

Es posible que el mono de la sangre ya estuviera contento, nunca lo sabré con certeza, pero el de la cabeza se había convertido en una bestia con vida propia. Nunca más necesitaría de relojes de arena para saber donde estaba el centro de la tierra y, desde luego, tampoco de tinta roja para escribir relatos del corazón.


miércoles, 21 de diciembre de 2011

Aprenda alemán en siete días*

Derribos Arias fue el mejor grupo de aquello que se llama ahora de manera tan unánime y orgullosa “la movida”. Diego A. Manrique y  Jesús Ordovás y algún que otro crítico musical son los únicos autorizados para hablar con propiedad de aquella manifestación cultural de inicios de los ochenta. No obstante, sí que me gustaría señalar que la mayor parte de aquellos grupos estaban formados por “hijos de papá” que podían permitirse el lujo de ser músicos y publicar sus trabajos con el dinero de sus papás... o mamás.
De todas formas Derribos Arias (Ignacio Gasca, Alejo Alberdi, Juan Verdera) es de esos grupos como Siniestro Total o como el inigualable Fabio Macnamara que hacen con sus canciones que uno se levante por la mañana con una sonrisa en la cara (no es fácil con los tiempos que corren) y decidiendo tener sus canciones como principio y final de forma y actitud ante la vida (aprende Almodóvar... que pena me diste cuando te vi vendiéndote como paradigma de la movida a Alberto de Mónaco para recaudar fondos para tu última película magdalenera). Surrealismo como vehículo cultural, ¿qué más se puede pedir? Aprender alemán en siete días...
Aprenda alemán en siete días... es algo más que una canción y es algo menos de lo que se tarda en aprender castellano. Esto lo aprendí cuando me convertí, sin buscarlo, en uno de los primeros estudiantes valencianos que acogían estudiantes de Erasmus, cuando los que venían lo hacían con la idea de aprobar alguna asignatura, sí, claro, saliendo de casa los jueves y no volviendo hasta el domingo, incluso alguno tuve que no lo hacía hasta los lunes y con resaca. Lo que sucedía es que una vez aterrizaban por aquí, las escuelas (así se llaman a las facultades en la universidad politécnica) les comunicaban que ninguna de las asignaturas de las que se matricularan les sería convalidada en su facultad de origen.
Nadie nos reconocerá nunca la labor que hicimos entonces los que los acogimos en los pisos de estudiantes compartidos, porque nos convertimos en gratuitos profesores amateurs de español (también tuvimos que explicarles por qué en Valencia era mejor decir castellano que español) no sólo les enseñamos a perfeccionar el idioma sino también la cultura y, en mi caso concreto, hasta les enseñamos a cocinar (tortilla de patatas y paella, que era lo que más les gustaba, se volvían locos).
Ahora en serio, ¿cómo se le explica a una persona hecha y derecha con pelo en el pecho o con enormes pechos la diferencia entre el “haber” y el “tener” o el “ser” y “estar” si en sus idiomas no existe diferencia; o por ejemplo ¿por qué incombustible quiere decir que NO se puede quemar y, sin embargo, inflamable quiere decir que SI se puede quemar? Por aquel entonces, principios de los noventa San Google y Santa Wikipedia no existían, e Internet era bastante más rudimentario y lento, quien disponía de él. Que a nadie se le olvide que una cosa es hablar con corrección y otra muy diferente y, muy difícil –doy fe de ello-, es explicar la corrección.



* La letra es muy sencilla: Worüber wollen Sie sprechen? ¿De qué quiere Vd. / quiere Vd. hablar? Fahren Sie mit Fritz? Fahren Sie mit Dora? Viaja Vd. con Fritz o va Vd. con Dora? Studieren Sie oder arbeiten Sie? ¿Estudia Vd. o trabaja? Fahren Sie mit Fritz? Fahren Sie mit Dora? ¿Viaja Vd. con Fritz o va Vd. con Dora? Aprenda alemán en 7 días. Eins, zwei, drei, vier.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Adiós, amor

Adiós, ¡amor!. Espero no verte nunca más escapándote de entre mis dedos. Se acabaron los días en los que tenía que pedirte permiso para salir con mis amigos, sin embargo, tú, podías irte con cualquiera. Me perseguiste durante años como si fueras una segunda sombra incluso en las noches de luna nueva. Tantas veces te pedí que me dejaras, que ahora soy yo quien te deja, por fin, para siempre. No me arrepiento en absoluto, al menos de momento, porque soy consciente de que en cualquier momento puedo volver contigo o que tú llames a mi puerta y te abra, y te deje entrar, y te vuelvas a quedar conmigo, y la historia empiece de nuevo o continúe donde la dejamos. Aunque me da la nariz, esa misma que he recuperado, que esta vez va a ser diferente porque tu recuerdo permanece en un surco de mi materia gris imborrable, todos los días, desde que me levanto hasta que me acuesto e incluso, a veces, sueño contigo.
Sueño que me persigues, que me alcanzas, que me ahogas. Siempre de noche, por la única calle plana del pueblo, con ese ruido de fondo mecanizado y vítreo de infinito recorrido, como una nube empujada errante por el viento. Por mucho que corra me resulta imposible desprenderme de ti. Es el complejo de culpa, sin duda, que nos persigue a mi subconsciente y a mí. Cuando despierto, sobresaltado y jadeante, te busco con mi mano izquierda para encontrar tan solo el mísero despertador, jodida máquina tocapelotas cuya única finalidad era acercar a las personas y que, poco a poco, se ha ido convirtiendo en un tirano que las aleja.
Me levanto mirando de reojo tu ausencia en el dormitorio y lloro por dentro... hasta que expulso el primer esputo de la mañana, entonces me convenzo de lo que he hecho... pero, ¡te echo tanto de menos!.

martes, 13 de diciembre de 2011

La élite del grupo

Las navidades son unas fiestas entrañables para pasarlas en familia, cuando la tienes. En caso contrario, son detestables, tanto más cuanto más familiares tienes a dos metros bajo tierra –excelente serie- y los amigos no suplen el vacío que se genera; puede parecer que es lo contrario, pero la risa no devuelve a los muertos.

La tríada terrible de la humanidad es el desprecio, la ausencia y el olvido; por lo general en este orden: primero surge el desprecio de alguien más o menos próximo, a lo que sigue la ausencia del despreciado y se culmina con su olvido –nadie se acordará de nosotras cuando hayamos muerto- terrible situación del individuo frente a la sociedad.
Cuando el grupo desprecia u olvida a un individuo una herida se está abriendo en este último y, dependiendo de su autoestima, se humillará al grupo o buscará otro que le sea más afín. Hoy en día, cada vez más, se diferencian los grupos por géneros. Al parecer en los años ochenta existían menos diferencias entre sexos que a fecha de hoy porque se compartían muchas más experiencias.
La madurez nos ha devuelto la realidad de algo que subyace por intereses mezquinos, y es que se propone la diferencia disfrazada de igualdad: ¿Quién, en el fondo más interno de su ser, quiere parecerse a otro?. Lo que se ansía en realidad es tener lo que tiene el otro, pero no serlo, porque todos tenemos el instinto primitivo de subsistencia del ego... a alguien se lo oí una vez en la radio decir, y creo que, la idea es bastante acertada, quizás no con estas palabras.
Sí, es cierto, las navidades me soliviantan mucho el ánimo porque me hacen sentirme atrapado, no me dejan expresarme con libertad porque eso supondría tener que enfrentarme a todo el grupo manifestando un desprecio que podría entenderse como una debilidad porque, en el fondo, se trata de un sentimiento y, en los tiempos que corren, nadie debe manifestarlos. La sensibilidad es una cualidad vergonzosa y, por ende, debe erradicarse, y a los tipos que lloramos de emoción ante la belleza o la concordia de las personas, también.
Los grupos son cerrados por naturaleza, por eso tienen estructura minoritaria. Basta que el número aumente para que se cree un subgrupo dentro que acabará generando una élite –otro grupo diferente- que renegará del grupo original tarde o temprano. Por eso es tan difícil mantener una democracia, porque los grupos tienden, más que a convencer, a vencer a los demás, como decía mi querido profesor Arnau. De lo que se trata es de esperar... a que las aguas vuelvan a su cauce, a que la gente se canse, a que la élite cree una nueva élite, a que los olvidados generen o se incorporen a nuevos grupos, a convencer con hechos que los grupos de personas cerradas son grupos cerrados.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ensaladilla rusa (a J.R.1947-2009)

Supe desde el primer momento que aquella sería una relación muy difícil. Al principio, con el vino de por medio, todo fue alegría, y buen rollo. La cosa se complicó con el limoncello, alguien debió explicarme que con la mayonesa se convertía en un cóctel explosivo.
El caso es que fuimos a terminar la noche en una discoteca, ¡qué menos para un sábado por la noche!. ¿Podría un par de bailoteos desactivar aquella bomba de relojería?. ¿Y un Campari con soda?. ¡Nada, que no hay manera de que te sirvan en esta ciudad un Campari!. ¡Pues que sea un vodka con zumo de limón!, ¿camarero, camarero...? Fue la última palabra que recuerdo. Dicen que caí de bruces, ¡con lo sucio que estaba el suelo! Eso sí que lo recuerdo porque los manolos se pegaban mientras bailaba.
Fue amor a primera vista, de esos que dices: ¡este no se me escapa!. Fue entrar en la boca y disfrutar de esos dientes blancos como perlas y esa lengua sonrosada. Las patatas entraron por el esófago bailando por buleríah y cuando cayeron en el estómago no pararon de bailar zapateao; el huevo duro, que era muy chulo él, se arrancó por seguirillah y las patatas se lo recriminaron; menos mal que la mayonesa estaba allí para suavizar el ambiente; aunque los variantes, que son unos vinagres, no hicieran más que azuzar el ambiente diciendo: ¡Huevo... Huevo, a qué no hay pa’cantá por seguirillah! -Es que de pequeños se cayeron en el bote de vinagre y desde entonces tienen muy mala follá los jodíos- La lechuga y el atún, que nunca se enteran de nada, entraron los últimos y a trompicones. La lechuga acabó con todas las hojas por alto y el atún esturreao, encima de ella, rojo de vergüenza; y tó’l mundo despijotao de risa. ¡Uy, perdón, que he dicho un taco!. ¡Descojonao, quise decir descojonao!.
Cuando vino el vino, vino blanco y con guitarra; pero después vino limoncello, y con él vino el cajón; y el vino, el limoncello, la guitarra y el cajón se volvieron todos tintos a tocar y tocar, que si fandangos, malagueñas, cartageneras, tanguillos de Cádiz, de Huelva, sevillanas, martinetes, tientos. De tó, oigan, de tó.
De repente la luz se apagó y se oyó un golpe seco. Salimos por donde habíamos entrado, pero al ritmo de “salmonelosis”, que debe ser un nuevo baile de esos modernos porque los de alrededor, unos jóvenes vestidos de blanco, muy guapos, muy jóvenes, pero con cara de siesos, no hacían más que repetirlo... El caso es que eso nos dio igual, la jarana no había quién la parara, incluso la lechuga que, con el golpe, había perdido la mitad de las hojas e iba medio desnuda, siempre perseguida por el bobo del atún, se animó con el nuevo baile... ¡Salmonelosis... qué cosas, señor!.

viernes, 11 de noviembre de 2011

La tentación

Reciéntemente se ha descubierto una carta que Marinetti le escribió a Boccioni relatándole el primer encuentro que tuvo con Sant'Elia. Carta que se transcribe a continuación:


Le conocí en un guateque
era un chico alto y delgado
me miraba fijamente
parecía muy decente.

No lo pude resistir
me venció la tentación
el demonio me invadió
y pequé, sí, acepté.

Y mi castigo en el infierno tendré
y mi castigo en el infierno tendré
y mi castigo en el infierno tendré
y mi castigo en el infierno tendré.

Salimos de aquel lugar
sudorosos después de bailar
me llevó a su habitación
me propuso hacer el amor.

Entonces yo me escandalicé
pero así y todo acepté.
Entonces yo me escandalicé
pero así y todo acepté.

Encendió el tocadiscos
una música muy rara
solo daban alaridos
él se quitó la corbata.

Fue hacia otra habitación
regresó vestido raro
con el pelo muy planchado
tenía ojos de malvado.

Todo en cuero negro
un látigo sacó
entonces me dijo
que me iba a dar mi merecido
que todo esto me pasaba
por ser una puta, guarra!

Me dejó tan malherido
al otro día me confesé arrepentido
el cura me reprendió
pero deshizo mi confusión

Eso está mal no es natural
fornicar es un pecado mortal.
Eso está mal no es natural
fornicar es un pecado mortal.

He rezado Padres Nuestros
oraciones a María
en cadenas de un convento
así veréis que me arrepiento.

Señor no fue culpa mía
yo no soy una pervertida.
Señor no fue culpa mía
yo no soy una pervertida.



1- La tentación. Letra y música de Kaka de Luxe, del álbum Canciones malditas, 1982

lunes, 24 de octubre de 2011

Demonios fuera

De vez en cuando, de tanto en tanto, es necesario echar demonios fuera, purgarse de la mala leche que el día a día te va colmando. Antes de cometer una tontería, las personas civilizadas -y las salvajes también- tenemos que desahogarnos, no se puede ser siempre simpático, ecuánime, observador, callado y obediente sin pagar un precio a cambio (siempre he tenido la duda de si se dice "precio" o "predio") De vez en cuando, de tanto en tanto, es necesario ser un capullo, un cabronazo, un malasangre y un malaje. Practicarlo con otras personas, sobre otras personas, termina por ser una venganza injustificada porque es con la rutina y los sinsabores de la vida con quien en realidad se está furioso -yo siempre me arrepiento cuando me vengo de alguien- así que, para quien os escribe, la salida de emergencia es la escritura. Sí, habéis leído bien, la escritura, y no la lectura, porque la lectura es un acto de aprendizaje, de absorción, de aleccionamiento y la escritura es el acto complementario, el de vuelta, de vómito, de desfogue, de liberación en definitiva.
     Toda una vida dedicada a la lectura en sus múltilpes manifestaciones (para leer no es necesario un libro, o dicho de otra forma: los libros no tienen el monopolio del acto de la lectura) deriva sin remisión a un acto de escritura. Es imposible dedicarse media vida a la lectura sin tomar la decisión, en un determinado tiempo o estadio vital de la persona, de escribir -también en cualquiera de sus manifestaciones- algo. Ese algo siempre, repito, siempre es una experiencia vital de una manera más o menos explícita, con los medios  que se domine -aunque sea sólo con la palabra- para sacar los demonios internos, para conjurarse por un tiempo de ellos.
     No obstante, no es fácil, porque el trayecto del cerebro al medio exterior tiene que pasar por un sistema nervioso, por un sistema represor (la conciencia) una destreza en una técnica de representación o expresión (palabra, escritura, dibujo, fotografía, música...) la voluntad final y la ya consabida cantidad de mala leche, que es inversamente proporcional a la capacidad de poder expresar a los demás los sentimientos y poder compartirlos. Pero al final, si se consigue expresar un mínimo del interior de cada uno, un demonio habrá salido de nosotros y, en función de cómo de bien lo hayamos expresado o los demás lo hayan entendido estará más lejos y por más tiempo. Y eso será un triunfo, al menos para quien firma esto lo es.
     El aire era rosa porque no tenía piel es, además de una hermosa estrofa de una canción (Ritmo en la ciudad) de Javier Corcobado, una puerta de la locura a la cordura tanto para él como para mí. Pero yo sólo alcanzo a ser un simple imitador de sus metáforas.


jueves, 6 de octubre de 2011

Querido Harry

Tengo que avisar que este artículo no trata del niño repelente aprendiz de brujo montado sobre una escoba y con gafas redondas que le hacen más repelente si cabe. Esto va del otro, del auténtico inspector Callahan, Harry Callahan, del canalla, del apuesto, del queridito y sucio (Dirty) Harry.

Al autor de este artículo le ha sido imposible encontrar un fotograma de la película en internet en el que no aparezca el famoso magnum 44 tan amenazante.
El personaje no difiere mucho de un superhéroe de cómic de la Marvel, la diferencia es que sus poderes se centran en su Mágnum 44 y en una retahíla de frases sentenciadoras fuera de cualquier réplica posible. Con esas armas, más la asombrosa y envolvente música de estilo superblackexplotation de Lalo Schiffin, Donald Siegel hace una película perfecta. Y digo perfecta sin reparos porque funciona 40 años después y eso sólo está al alcance de las obras maestras y porque tres generaciones de personas no pueden estar equivocadas, o puede que sí. El caso es que aunque su mensaje destile fascismo del rancio (no es otra cosa que el ideal del triunfador americano, del norte, mezclado con el culto a las armas y su dichosa segunda enmienda de su carta magna) no se puede sin acabar teniendo cierta simpatía por el personaje. La fórmula es vieja en el cine: buenos contra malos, pero aquí se varía porque toda la película se nos muestra al héroe como más malo y cabrón que el malo de verdad. John Waine no daba un puñetazo si antes no le atizaban a él (esto tiene que ver con la política de los EE.UU. de no iniciar nunca los conflictos –si es que alguien quiere creérselo todavía- que el departamento de defensa se encarga mediante la censura de dejar bien claro en todos los films) y si antes no se exponían las razones de ambos. Algo es algo. El problema de Harry, como el de otros tantos héroes americanos, es que el mensaje tiene que ser muy claro: si estás fuera de la ley acabas a dos metros bajo tierra, sí o sí.
Harry, en definitiva, no es más que es un prisionero de lo que se espera de él, un brazo armado de la ley, un icono de los que no creen que sea posible luchar contra el crimen con otras armas que no sean las pistolas. Pero aún se encierra un problema mayor como es el de la pena de muerte. La película se desarrolla en San Francisco (en California no existe) y lo que se propone es que Harry es la solución para vaciar las cárceles de los costosos criminales (aquí, en España, es cuestión de tiempo para que, con la excusa de la crisis, se empiece a agitar desde los sectores rancios y retrógrados del país las conciencias de la gente de a pie) y además un sistema infalible para agilizar el sistema judicial, que si aquí es lenta en América (del norte) encima se puede comprar.

N.A.: se ruega no descontextualizar ninguna de las frases escritas en caso de copiarlas.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La señal de la decadencia.

Los azores han vuelto a la ciudad. Desde mi ventana veo cuatro todos los sábados por las tardes que me saludan con su vuelo concéntrico-hipnotizante. Esto parece una premonición, como si la Naturaleza mandara a sus oteadores a la ciudad para que le informasen del preciso instante en el que la humanidad decida perecer.
 
       Iris de Benito ha realizado un magnífico relato sobre la decadencia en la que supone nos tiene que derivar la actual crisis. Sus palabras me han evocado tantas películas que han tratado este tema tan interesante como desolador que no he podido evitar escribir estas líneas sobre su relato.
     No es la decadencia lo que estamos viviendo los últimos años. Esto es la crisis en la que deriva la decadencia que en años anteriores los neoconservadores o ultraliberales decidieron llamar “el estado del bienestar” (de su bienestar) y que el resto llamamos la opulencia. La decadencia del primer mundo, de Occidente, empezó el mismo día que terminó la decadencia de la U.R.S.S. para entrar en la  crisis de la que ya nunca salió. Apostillo que la decadencia del sistema soviético comenzó el día que llegó Stalin a reunir todo el poder en su persona; la paradoja es que la decadencia de la Unión soviética duró cincuenta años, la crisis sólo dos, después de esta lo que sobreviene en Rusia es el terror.
     La opulencia de unos pocos es su propia decadencia, mientras  todos los demás sobreviven como pueden. La opulencia del Estado deviene en su decadencia. El Estado tiene la obligación de no vivir nunca en la opulencia ni tampoco en lo contrario, sino en la sobriedad. La sobriedad es la única estrategia que debe perseguir la gestión del Estado y esta gestión corresponde a los gobiernos. El color o la ideología decimonónica arrastrada hasta estos días ha perecido, no existe, porque al contrario de lo que aún siguen aferrándose algunos ideólogos, la ideología (válgame la redundancia) desaparece si no consta de un número de personas suficientes para proclamarla, o mejor dicho, de un número de personas suficientes para atesorarla, porque de ¿qué sirve predicar en el desierto?
     Como dice Iris: “las calles empezaron a estar sucias”, y después la Naturaleza reclamó lo que en el tiempo fue suyo. Las ciudades son capas de cebolla de las que sólo vemos la exterior. Viene una gran ola que va a dejar sepultada a la sociedad actual y nadie nos ha dicho cómo se tiene que vivir con las nuevas reglas porque a nosotros nos toca constituirlas pero ¿cómo hacerlo sin el manto protector de un Estado? No sabemos vivir sin el Estado.

martes, 13 de septiembre de 2011

¡Arriba las faldas!

Esta foto pertenece a "ahivalamoda.wordpress.com"
Creo que es el momento de que los hombres reivindiquen su derecho a llevar falda. En los pueblos civilizados siempre ha existido esta costumbre, quizás ligada a la bondad del clima mediterráneo. Los pantalones son una influencia bárbara introducida en el siglo III d.C. por los pueblos germanos.
     Ya sé que esto no es una novedad puesto que algunos diseñadores de moda hace tiempo, o cada poco tiempo, proponen en una colección esta prenda para los hombres –a mi memoria me viene la imagen de Miguel Bosé desgañitándose con una canción con título de capital andaluza y dándole vuelo a una larga falda- pero creo que hay que empezar a fomentar este cambio de mentalidad social, porque estoy casi seguro que a la reticencia generalizada masculina se uniría también una gran parte de la femenina. Sería una buena encuesta: señora, ¿qué opina usted de que los hombres lleven falda? Tampoco se trata de ir ataviados como los escoceses –siempre con el mismo modelo y esos cuadros simbólicos tan reiterativos- cuando se visten de gala, sino de encontrar un corte o modelo que sea un buen sustituto de los pantalones vaqueros pero con la misma tela; que un hombre pueda entrar en una tienda a por unos “jeans” y que el dependiente le pregunte, a parte de talla y color, si los prefiere en modelo falda o pantalón –“Sí, la 48 en falda mejor para el verano, mucho más fresco. Gracias.”- Lo estoy viendo, una falda cinco centímetros por encima o por debajo de la rodilla, según convenga la ocasión, cómoda para cualquier trabajo... ¿Se imaginan ustedes a ese albañil de barriga cervecera, entrado ya en años, sudoroso y con las manos ocupadas mientras una ráfaga de viento traicionera muestra sus calzoncillos blancos de algodón y las señoras, y algún que otro caballero también, piropeándolo? No me digan que, por lo menos, durante esos instantes, no trabajaría con más ahínco y alegría, que a todos nos han dicho alguna vez un piropo y levanta la moral, si no es muy soez; aunque algunos, de burros que son, hasta resultan graciosos.
Lo dicho: ¡Arriba las faldas, abajo los pantalones!

lunes, 12 de septiembre de 2011

¡Paella azul a orillas del Mediterráneo!

¡Paella azul! A orillas del Mar Mediterráneo, es lo que tocaba. No es un truco fotográfico, ni un trabajo de photoshop. Se trata de cambiar el colorante: de amarillo a azul. El color podrá gustar más o menos (a los niños no les gustó nada) pero os aseguro que fue uno de los mejores arroces que me he comido en mi vida: su punto de sal, carne y verduras bien guisadas, arroz con tiempo justo al gusto de todos, es decir, ni pasado ni tirante, capita de "socarrat" por debajo, y dejada reposar su tiempo con manta de romero. Un lujo de cena. ¿Qué por qué azul? Quizás porque sea el color menos usado en la cocina al no existir alimentos azules salvo la remolacha y alguna variedad de patatas, aunque esos colores son más bien morados, y porque este grupo de gente siempre han sido, son y serán unos excéntricos.

      El caso es que llevábamos años intentándolo y lo máximo que conseguimos fue un color verdoso que evocaba a una paella de alcachofas, pero sin alcachofas. Este año sí que sí, encontramos el truco. Permitid que no lo diga. Y este fue el resultado. Ah, por cierto, se me olvidaba, la modelo se llama Davinia.

viernes, 5 de agosto de 2011

No existen las casualidades

Vermeer fue un pintor holandés que vivió durante el siglo XVII justo cuando los tercios españoles se empleaban a fondo en Flandes poniendo picas al frente y llevándose por delante a todo bicho viviente. Era contemporáneo de Velázquez y, como este, un maestro en capturar la luz. Sólo ha sido reconocido desde hace un siglo y su obra más conocida sea, quizás, "la mujer de la perla" (1660) obra copiada hasta la saciedad y que cuenta incluso con una película protagonizada por Scarlett Johanson (Peter Webber - 2003) Bueno, Peter Greenaway ya rodó en 1985 "Z00: una zeta y dos ceros" donde el director intentó representar las obras del pintor.
     Estos últimos meses estoy viendo un anuncio del que no puedo evitar pensar que uno de sus planos está inspirado en este cuadro. No es casualidad. En este mundo no existen las casualidades y las cosas son lo que son y no lo que parecen; y Johanna Münch, que es el nombre de la espléndida modelo del anuncio, tiene un estudiado posado imitado con exactitud de este cuadro y sólo disimulado por el tocado. Pero la expresión de la cara, los ojos almendrados, la mirada, los labios entreabiertos, carnosos (más parecidos a los de Scarlett) el giro de la cabeza y el perfil del rostro. Incluso la luz y el dibujo de la sombra sobre la piel son semejantes.
     Pero por si alguien que lee esto no acaba de ver lo que estoy intentando demostrar aquí está el ejemplo:


miércoles, 3 de agosto de 2011

Salvador y Fulgencio

      Lo de Fulgencio, Pencho, Penchín creo que es peor. Como no sea que de Fulgencio (Fulgensio con el acento de allí) derive en Gensio, y de este en Pensio, y de aquí salga Pencho. Es que no lo puedo entender. Lo peor de todo es que a los padres les guste ese nombre. Claro que todo es acostumbrarse y, con el tiempo, hasta te gusta y todo, decídmelo a mí que decidieron llamarme Eufrasio.
Nunca he entendido los hipocorísticos que se utilizan por estas tierras. A alguien le parecerá extraño pero, por aquí, un Boro no es otra cosa que un Salvador, de igual manera que en un Pencho en Murcia es un Fulgencio. Sí, es cierto lo que estáis pensando: tanto en Murcia como en Valencia hay gente que pone estos nombres para poder llamar a un hijo así –otra razón de peso para que cuando el niño crezca se convierta en un parricida o abandone a sus padres en un asilo, si no en una gasolinera- Así que tenemos los Boros en Valencia, que cuando les preguntas cómo surge el diminutivo te explican convencidos de que Boro viene de Saboro, que a su vez viene de Saoro, y este de Salvaor, hasta llegar a Salvador. Totalmente lógico, ¿no lo veis? Si está claro, como el chocolate... Lo que me parece alucinante es como la ”v” se convierte en “b” de una manera similar a la transubstanciación de la carne en el espíritu y viceversa, o lo que viene a ser lo mismo, por el misterio de la santísima trinidad. Si el nombre es Salvador, ¿por qué no se le llama Voro en todo caso?

martes, 19 de julio de 2011

Los fabulosos hombres-agua.


Los hombres-agua no pueden vivir en nuestro mundo. La gravedad y el aire los aplastan y los convierten en charco; si son muchos, en lago. Sólo pueden vivir bajo tierra y en terrenos porosos para poder desplazarse por capilaridad. Así que la velocidad de sus desplazamientos está estrechamente relacionada con el diámetro de los poros del terreno. Como nosotros, también son incapaces de atravesar una roca, a no ser que esta sea de pómez. Habitan por niveles freáticos y si necesitan desplazarse con celeridad, se filtran hasta llegar a un río subterráneo, las verdaderas autopistas de estos seres.
Su mayor enemigo son los pozos porque en contacto con el aire pierden su condición humana para convertirse sólo en agua. Otro enemigo no menos importante es la arcilla: son innumerables los casos de hombres-agua que se han quedado atrapados inmovilizados durante siglos, a veces milenios, en vasijas hechas de barro. Cuando los hombres-agua quedan atrapados en la red de los feldespatos de la arcilla sólo pueden esperar ser liberados por el calor, pero eso no acaba del todo bien porque los transportan a la superficie por evaporación para transformarlos en otro ser.
El frío, sin embargo, no es un enemigo, sino un vehículo para cambiar su estado de ánimo. Cuando los hombres-agua se convierten en hombres-hielo es que se han enfadado. Se endurecen y no ceden ante nada ni ante nadie. Su fuerza es demoledora, por eso, durante su sólido invierno, los hombres-agua convertidos en hombres-hielo, deciden no moverse de su sitio y hacerse fuertes allí donde estén, pugnando con otros hombres-hielo, hasta que llegue la primavera y les vuelva a convertir en fluidos, permisivos, amables, y puedan viajar el resto del año. Pero en su incesante peregrinar los hombres-agua se transforman en hombres-vapor por acción del calor intenso de alguna sima abierta en las entrañas de la Tierra, su naturaleza etérea les transporta del suelo al aire y allí... comienza otra historia.

domingo, 3 de julio de 2011

Consejos de lengua de un jodido valenciano y un jodido murciano a un jodido alemán de Erasmus en torno a dos o tres cajas de cervezas calientes

Un tete, en Valencia, es un hermano mayor. Una teta es una hermana mayor. Sí, es lo que estás pensando: una teta es un pecho, pero aquí un pecho es una mamella, mamelleta si es pequeña (viene de mama y es un diminutivo diminutivizado, algo común en estas tierras) Las mamellas son los ganglios que tienen las cabras en el cuello.
Por aquí las mamás son mamas, pero no pueden confundirse con las mamelles.
En Valencia un nano no es un enano, sino un hermano pequeño, y una nana una hermana pequeña; aunque hoy viene a ser algo así como colega o, hace años, tío.
Una yaya y un yayo son una abuela y un abuelo (debe ser una especie de onomatopeya infantil sobre el nombre en cuestión)
En Murcia un nene es un hermano mayor, mientras que una nena es una hermana mayor. Una chacha es una muchacha, y un chacho es un muchacho, sin embargo un chache es el marido de la chacha. Aunque también puede ser un hermano o un a hermana de un abuelo para los nietos de este último.
En Albacete un guacho es un crío, y por extensión, un hermano pequeño.
En Asturias, un guaje es un muchacho.
Un tito es el diminutivo de tío, en realidad sería un tiíto, y una tita sería una tiíta que suelen decirse por todos sitios, pero más por el sur y el arco mediterráneo.
¡Ah!, y una orilla en Murcia no es el límite del agua en la playa o en el río, sino el tiempo climatológico que hace un determinado día: "Hace buena orilla hoy", como se diría "hace buen tiempo hoy". En Valencia, a ese tipo de tiempo se le llama oratge.

sábado, 25 de junio de 2011

El eslabón perdido*

"...el eslabón perdido fue una teoría surgida a mediados del siglo XXI para ocultar la verdadera solución a la quimera de la evolución de la especie humana y que no fue otra que el nacimiento de una nueva especie a partir de la unión de dos mutaciones de especies incompatibles en su forma original.
A era incompatible con B
A mutó en M
B mutó en N
M resultó compatible con N y de su unión surgió P que fue compatible con A y con B, creando AP y BP que a su vez fueron compatibles entre ellos resultando una nueva especie final APBP, la especie vehicular que nos ha traído hasta aquí, mientras que AP y BP, las matrices originales, evolucionaron al unísono permaneciendo entre nosotros con similar apariencia por su carácter progenitor. Suficiente para mantener siempre la especie libre de endogamias. Con los mismos genes originales sin modificaciones ni variaciones genéticas.
La lección magistral de la Naturaleza se apoya en dos pilares fundamentales. El primero es que M fuese compatible con N y llegasen a aparearse. El segundo, pero no menos importante por ello, que P se sintiera atraído sexualmente por A y por B a la vez y que se apareara con ambos. P resultó ser la llave para la unión y supervivencia de dos especies distintas. P no es la acción directa de la Naturaleza, sino M y N. Del resto se encargaron nuestros ancestros."

*Esto no es una reflexión científica, sino el extracto de un relato de ficción.

viernes, 3 de junio de 2011

Petición de trabajo

Son tiempos de crisis, no sólo económica, sino creativa. Cada vez la creatividad se valora menos, porque es el tiempo del triunfo de la copia, es el tiempo en el que la creatividad se limita a imitar.
    Las obras ya no se valoran por su conjunto, el fin de la obra no es el todo, sino la parte. Es la parte lo valorable, y en la imitación de la parte reside la admiración del que no busca la belleza sino llamar la atención. Las modas, siempre las modas, se imponen a cualquier tipo de cordura o raciocinio. Las modas, siempre las modas, son a la vez las generadoras y las trasformadoras, a veces, de oscuros orígenes en brillantes futuros que nunca se cristalizan en presentes.
   La profesión de arquitecto, como máximo responsable de un proceso constructivo basado en "la solidez científica y la elegancia no caprichosa", ha muerto. Por ello ofrezco mis conocimientos adquiridos a lo largo de estos años al proceso creativo con mayúsculas, a todo aquello que supone el diálogo entre el emisor del mensaje y su receptor, es decir, la obra.

jueves, 2 de junio de 2011

De la antimateria y de los colores complementarios*


"...Si existe la antimateria puede existir un antiuniverso donde su antimateria sea la materia. Si los agujeros negros pueden ser puertas entre el universo y el antiuniverso, donde la materia es absorbida del universo para convertirse en antimateria en el antiuniverso, quiere decir que en el antiuniverso, el agujero negro se convierte en un generador de antimateria, probablemente visible, como si se tratara de una estrella del universo material.
Estamos hablando de universos complementarios, del negativo (antiuniverso o universo antimaterial) de una foto frente al positivo (universo material) de universos indivisibles.
Color A + Color B = Color C
Nosotros, desde el universo material, percibimos sólo el color A (positivo de la foto) del color C (foto real); mientras que en el universo antimaterial sólo se percibe el color B (negativo de la foto) del propio color C. Ninguno de los dos universos es capaz de percibir ni el verdadero color C, ni el color complementario.
Lo que parece indiscutible es la imposibilidad de la visión del color complementario sin la consecuente destrucción del todo. Aplicado a nuestra cuestión, la materia (positiva) y la antimateria (negativa) formarían un todo material (neutro) indivisible, lo que explicaría que en nuestro universo material la antimateria sólo puede percibirse mediante modelos matemáticos. Teoría al fin y al cabo..."


*Esto no es una reflexión científica, sino el extracto de un relato de ficción.

jueves, 26 de mayo de 2011

Antonio Pérez y Alfredo Castañeda

Lo descubrimos en una visita que hicimos el año pasado a Cuenca. El gancho principal era la visita a la exposición de Zobel en las casas colgadas, comer morteruelo hasta el hartazgo y pasear, mucho, el resto de los días. El tesoro de la ciudad de Cuenca está en la  parte alta de la ciudad vieja, junto a la puerta de Bezudo, en el Convento de las Carmelitas Descalzas, la actual fundación Antonio Pérez.
     Tres horas de visita no fueron suficientes para poder leer todas las obras que en aquel edificio ha ido coleccionando a lo largo de su vida, desde Millares, pasando por Tápies, Saura, Equipo Crónica, Javier Pagola, Luis Gordillo y Bonifacio Alfonso -por citar sólo los autores que más me estremecen las entrañas- un amplio y representativo repertorio del arte español durante los años del tardofranquismo no oficial y subversivo.
     Orgía de pintura y escultura, grabados y los increíbles objetos encontrados que hacen, estos últimos, de Tzara y compañía un grupo de advenedizos tanto en el campo surrealista como en el de protesta social.
     El convento tiene adjunta una iglesia donde se dan conciertos de música de vez en cuando. Este quien suscribe el texto garantiza que incluso el más lego en la materia del arte acaba sintiendo predilección por alguno de los cientos de autores que allí se exponen.
     Y por si fuera poco este enorme museo de arte contemporáneo, lleno hasta los topes, a Antonio Pérez no se le ocurre otra cosa que la obra que no puede exponer llevársela a San Clemente (a una hora de Cuenca en coche) y toma el antiguo ayuntamiento y la casa de la Santa Inquisición para albergar los grabados de todos los autores del Convento de Cuenca y los objetos encontrados -imaginativos e inteligentes- en museos más pequeños, pero igualmente interesantes, si se tiene la precaución primero de visitar Cuenca (recomendable este orden: 1º Cuenca, 2º San Clemente)
Nuestros yo y mi nosotros
     En la antigua sede de la Inquisición, en una pequeña sala de apenas setenta metros cuadrados, había sitio para una exposición representativa de Alfredo Castañeda, un ilustre mejicano -hijo intelectual de Buñuel y de Dalí- que se reveló como una piedra preciosa -por desconocida- dentro del tesoro y del que descubrimos con pena y lamento que la muerte nos lo arrebató el pasado mes de diciembre. Otra vez llegamos tarde: con este artista no hemos tenido la oportunidad de idolatrarlo primero; directo al recóndito surco de materia gris donde se encuentran los mitos. 
     La foto que adjunto de uno de sus cuadros pone de manifiesto una verdad revelada durante nuestra visita: que dos personas distantes a miles de kilómetros, de distintas generaciones, de distintas culturas, y con una aparente coincidencia respecto de un tema concreto, pueden tener una visión común y de resultados idénticos: dos maneras idéntidas de tratar temas similares pero diferentes.  Esto no deja de ser un manifiesto de mi admiración y consecuente seguimiento de la obra de este magnífico ser, a pesar de que ya haya muerto.

viernes, 20 de mayo de 2011

Capítulo 55 - Intercambio de fluidos: Antoine Ruisseau

He de reconocer que no recuerdo el día exacto ni cómo conocí a Antoine Ruisseau, pero cuando escuché su nombre "A n t o i n e    R u i s s e a u" me dije: "este nombre suena a amistad de la buena. Es cierto que nos tiramos meses sin vernos, pero siempre existe una complicidad remanente suficiente como para que alimente la llama de la amistad -que poético que diría el Otro, que cursi digo yo, que ñoño decía Tip- El caso es que me he dado cuenta que cuando empiezas a conocer a alguien de verdad -sólo existen dos formas de hacerlo, a saber: la primera dedicándole mucho tiempo, la segunda conviviendo bajo el mismo techo- el apellido da muchas pistas sobre la personalidad del individuo, de la misma manera que las personas que tienen perro acaban teniendo ambos la misma cara -sé que los amantes de los cánidos me van a crucificar, pero mi cabeza no puede evitar fundir ambas imágenes y crear un híbrido común que es el que se plasma como una fotografía en mi memoria- Me pierdo...Decía, que los apellidos dan muchas pistas sobre las personas, son como guiones del manual de uso de las relaciones individuales y, sí, estáis en lo cierto, Ruisseau viene a ser como un delgado y accidentado curso de agua. Lo de delgado es un eufemismo, claro, porque a partir de los cuarenta, las constituciones óseas empiezan a ensancharse; me refería al transcurso por la vida: continuo y tan incesante como discreto; pero accidentado entendido desde el punto de vista de un terreno heterogéneo que implica la necesidad de plegarse y retorcerse ante la adversidad, algo que el agua sabe hacer muy bien en este mundo. Sí señor, Antoine Ruisseau es como el agua, y casi casi su apellido es panvocálico.

jueves, 14 de abril de 2011

Original, copia y tributo

Un viejo maestro decía que había que aprehender para aprender y que, puestos a aprender, lo hiciéramos de los maestros. Lo que se guardó para la tumba es que si se pretende aprender durante toda la vida también hay que aprehender hasta el final, lo que dejaría de lado la originalidad; cosa que no me molesta, puesto que la originalidad creo que no existe porque como otro viejo maestro decía  "lo original no sirve para nada si no se le encuentra alguna utilidad". El cómo distinguir entre lo original, la copia y el tributo parece ser trabajo de críticos, pero todo se reduce a determinar la autoría de la obras -cuando el autor hace copias de una misma obra se llaman estudios, variaciones o pruebas- Si tuviéramos la posibilidad de observar la génesis de una idea original, descubriríamos que se forma por multitud de imágenes (aprehendidas a lo largo de la experiencia) que intentan enlazarse como las piezas de un puzle y que tan sólo la habilidad del individuo -o del equipo- pueden hacer que piezas diferentes encajen sin forzarlas (la maestría)
   Que se califique a los maestros de originales es cada vez más exasperante cuando uno se da cuenta que detrás de cada obra maestra siempre hay influencias -lícitas por otra parte- y esto último siempre se obvia, sobre todo por los malos críticos y para la mayor parte de los usuarios/consumidores que tan sólo valoran la copia porque no saben lo difícil que es ser original (auténtico se decía en mi época juvenil)
   Otra confusión es la existente entre la copia y el tributo u homenaje. La copia es una imitación sin otro valor que el número que exista de ellas; mientras que el tributo es una reflexión sobre el original. En ambos conceptos el original es imprescindible puesto que sin él no existirían, pero el tributo es original frente a la copia y eso es lo que hace que se valore más entre quien sabe valorarlos. El problema vuelve a surgir cuando los que valoran sólo la copia y desprecian el tributo acaba por no comprender lo original y sucumben a la inmediatez del aprehensión frente al lento proceso del aprendizaje. La copia da dinero rápido, el original, no.

John Williams "March of Ewoks" Return of the Jedi [Copia]

P.D.: los viejos maestros, ya fallecidos, son Alejandro de la Sota y Fco Javier Sáenz de Oíza, arquitectos.

miércoles, 13 de abril de 2011

Aviso para el señor Walter Elias Disney

"En cuanto me muera y me vaya al infierno pienso pedir un permiso para visitarte allá donde estés. Me da igual que sea en el cielo o en el infierno -si es en este último, ¡mejor!- porque tengo muchas cuentas que ajustar contigo. ¿A qué vino eso de matar a la madre de Bambi? Estoy deacuerdo que no se ve, pero incluso un niño como yo lo entendió en su momento. Eso fue una crueldad. Tanto que a mí me ha marcado durante toda la vida. Empecé matando insectos con tan sólo tres años. Luego, con la complicidad de otro niño del barrió, a los ocho años, matábamos gatos ahorcándolos con lazos. A los catorce, junto con otros dos, nos dedicábamos a dar palizas por encargo a los desviados del parque haciéndonos pasar por chaperos. Cuando cumplí dieciocho me dediqué profesionamente, hasta la fecha, a liquidar a cualquiera por dinero (tengo tarifas anticrisis) y me he especializado en morosos. Mi psicólogo me dice que la raiz de todo mi odio son tus dibujos; no sólo la muerte de la madre de Bambi, sino también el encarcelamiento de la madre de Dumbo, la muerte de Blancanieves, el maltrato de Cenicienta a manos de sus hermananstras. Pero, ¿que te hizo a ti tu madre para que maltratases  luego tanto a las mujeres en tus películas? Ningún jurado popular, ni ningún juez te juzgó porque fuiste poderoso y multimillonario -ya ves de qué te han servido tantos millones, estás muerto y enterrado, como todos- pero yo creo que te has quedado en el infierno y, tras el juicio final, ahí te vas a quedar hasta que congele, conmigo al lado recordándotelo todos los días, a todas horas. Voy a ser tu suplicio para la eternidad; créeme, soy bueno en mi trabajo y he decidido convertirme en el vengador de todas esas pobres personas a las que les robaste un trozo de su infancia, que les rompiste el corazón a tan tierna edad. Pongo a dios y al diablo por testigos de que no voy a descansar, y si alcanzaras, por algún casual, cosa que dudo, el perdón divino, te juro que removeré Roma con Santiago, o el infierno con el cielo, para que se reabra constantemente un juicio hasta que se te declare culpable y desciendas al infierno, conmigo".

sábado, 26 de marzo de 2011

La extraña conexión entre Nick Cave y Tom Waits

Nick Cave es un cantante australiano que apareció en el panorama musical a finales de los 70. El que suscribe esta reseña los conoció con un grupo llamado “The Birthday Party”. Sus actuaciones parecían la mezcla de unos pollos descabezados con la niña del exorcista, y la música era lo más parecido a un gallinero en una serrería, pero en aquellos días nos parecía que tenía algo nuevo que no tenían los demás; eran insolentes, oscuros, alcohólicos, drogadictos, violentos, y sus canciones hablaban de todo aquello. En Berlín deshizo el grupo y creó uno nuevo, The Bad Seeds, donde la temática era la misma pero la música tenía un punto de madurez superior, eran realmente buenos y se convirtieron en un grupo de culto, hasta la actualidad (no pretendo aburrir con una biografía que puede consultarse en Google)
     Tom Waits empezó en 1967 con unas canciones inspiradas en la generación beat (Kerouak y su “On the Road”) y unos conciertos famosos por sus interminables introducciones – pero no por ello malas – entre canción y canción, como hacían Frank Sinatra, Sammy Davis Jr. y el gran Dean Martin, pero sin el glamour que desprendían estos, pero con las mismas dosis de alcohol sobre el escenario que ellos y con un humor mucho más ácido. A Tom Waits, algún crítico pedante – pero no por ello malo – lo ha tildado como el cantautor de los excluidos de la sociedad americana (del norte, se sobrentiende) y quizás lo sea, pero lo cierto es que sus melodías son entrañables.
     Existe un CD pirata con canciones de los dos, sólo de ellos dos, presentado como un trabajo conjunto, pero no es oficial y los autores, aunque no han demandado al autor, no suscriben el trabajo. Tanto Tom como Nick son dados a colaborar con otros artistas, pero nunca lo han hecho entre ellos. El americano (del norte) viste casi como un harapiento mientras que el australiano es la personificación del buen gusto en el vestir (como pudimos comprobar en el FIB del 2005) Los dos están muy comprometidos con diversas obras benéficas, y a los dos les revienta que sus melodías aparezcan en anuncios publicitarios.
     Ambos artistas también han flirteado con el cine, Waits con más fortuna que Cave – creo que es mejor actor, sobre todo en su papel junto con Benigni y Lurie en “Bajo el peso de la ley” 1986, de Jim Jarmusch; frente a Cave en “Johnny Suede” 1991, del mismo director – y esta es la conexión que existe entre los dos: el director de cine, Jim Jarmusch. Y no porque hayan trabajado más o menos veces con el director, sino porque los tres son miembros de la sociedad secreta “Hijos de Lee Marvin”, una especie de hermandad creada por el director de cine para congrerar a todo aquel que tenga un parecido razonable con el insigne actor o crea que es hijo de él. Sí señor, Tom Waits y Nick Cave se conocen sólo por eso.
  
De izquierda a derecha: Nick Cave, Tom Waits, Jim Jarmusch y Lee Marvin

domingo, 20 de marzo de 2011

Klaus Nomi

Este es un vídeo de Klaus Nomi interpretando el aria "Cold Genius" de la ópera de Henry Purcell, "King Arthur". Klaus murió allá por el 83 de SIDA y fue el primero en salir por la prensa por este dudoso honor. Era un joven alemán emigrado a Nueva York con una voz de contratenor prodigiosa y unas ganas enormes de triunfar en el selecto grupo de postmodernos y "glams" de finales de los 70 - Bowie entre otros - además de diseñar su propio vestuario.


     Según el autor de este blog, Nomi publicó sólo dos LPs en vida: "Nomi" y "Simple Man" en los que mezcla versiones de temas de los años 50 y 60 con piezas clásicas - siempre de Purcell - y alguna suya propia, o más bien de algún buen amigo suyo (tan bueno que después de muerto publicó un tercer trabajo con temas grabados antes de que la enfermedad lo recluyera en el hospital) Tenía un humor ácido y sutil, además de una educación exquisita, tanto que fue capaz de ironizar sobre su imagen deforme antes de su muerte provocada por el SIDA - recordemos que era el inicio de la enfermedad y todavía aún no se sabía nada - Nomi fue uno de los inspiradores de la subcultura underground de inicios de los 80 en Reino Unido y Alemania, como por ejemplo, Marc Almond (Soft Cell) Nina Hagen y David Bowie (en la época de Berlín)
      El nombre de Nomi era un anagrama de OMNI, revista americana de finales de los 70 que trataba sobre fenómenos paranormales, fantásticos y OVNI donde escribían las mejores plumas del momento; y aunque en este vídeo no se llegue a apreciar bien su imagen en el resto de actuaciones era de "extraterrestre"

Y tres...

Esta es la tercera aproximación al autor de este blog. Tercera y última. Trata del tercer ojo de la foto de identificación del que os escribe. La explicación es sencilla: la doble percepción que se tiene de todo individuo.
   A los que no somos muy dados a fotografiarnos se nos hace extraña nuestra visión en soporte papel o vídeo porque la mayor parte de los días nos vemos a través de un reflejo (el del espejo) La imagen resultante de la foto es el fundido de dos imágenes simétricas o especulares, como una alegoría de la visión simultánea que tengo yo y la que tiene el resto del mundo de mí mismo. Se trata, en definitiva, de la exhibición gráfica individual más limpia y amplia que he podido imaginar hasta la fecha. Si sabéis otra, os invito a que me la mostréis.

sábado, 12 de marzo de 2011

MarinettiLoveSantelia

Hola, hoy os explicaré el origen del nombre del Blog.

Marinetti (Filippo Tomasso) fue el fundador del movimiento de vanguardia italiano llamado "futurismo". El movimiento surgió antes de la I guerra mundial y no finalizó oficialmente hasta el final de la II guerra mundial. Fue capaz de aglutinar durante estos años a todo tipo de artistas e intelectuales, a saber: pintores, escultores, fotógrafos, escritores, cocineros, anarquistas, fascistas... y a un sólo arquitecto llamado Antonio Sant'Elia.
   Sant'Elia murió durante la I guerra mundial como miembro del batallón de ciclistas del ejército italiano y su obra se centra en una serie de dibujos visionarios sobre la ciudad futurista, cuyo manifiesto, entre otras llamadas, proponía que cada generación se construyera su propia ciudad sobre las ruinas de la ciudad de la generación precedente. Sus dibujos eran tan buenos y expresivos que han servido de modelos para recrear ciudades del futuro en películas de ciencia-ficción - la más representativa es BLADE RUNNER - pero también en el mundo del cómic, como los de Schuiten y Peeters, quienes rinden homenaje a Sant'Elia tomando literalmente los mismos dibujos que realizara antes de morir en la guerra.
Mi opinión personal, tras años de estudio y reflexión sobre estos dos personajes, es que estos dos hombres se amaban; pero sus prejuicios éticos y estéticos de la época y, sobre todo, la guerra les impidió llevar su amistad más allá de los dos o tres años, y casi siempre alejados el uno del otro.
   Sant'Elia fue quien mejor supo expresar, dentro de su disciplina - la arquitectura- lo que Marinetti sólo sabía expresar - y no muy bien - con innumerables manifiestos (curiosamente publicados la mayor parte de ellos el día 11 del mes en cuestión) Como esta misma página. Es por esto por lo que Marinetti estuvo empeñado hasta su muerte en difundir el legado de Sant'Elia, a pesar del recelo de Boccioni. Pero esa es otra historia.


Sant'Elia es el que no lleva gafas, y Marinetti el del bigote. El del medio es Umberto Boccioni.

viernes, 11 de marzo de 2011

Saludos, de Saluditero

Saludos, de Saluditero. Este nombre empezó siendo un juego. Se trataba de crear un nombre nuevo para el correo electrónico porque era imposible para quien me lo solicitaba que pudiera recordarlo o lo escribirlo correctamente. Así que busqué una palabra que no tuviera consonantes que pudieran suscitar confusiones como la B/V, X, C/K, G/J y, por supuesto, sílabas formadas por consonante + vocal, evitando siempre el uso de los diptongos y la unión de dos consonantes. Otra condición de partida es que fuese una palabra "panvocálica" - con las cinco vocales distintas - y surgió la palabra "saluditero" porque, entre otras cosas, sugería una idea de bienvenida y hospitalidad. Y desde luego, como homenaje al personaje de Matías Martí, tenía que ser una palabra "inventada", que no apareciese ni en el diccionario de la R.A.E. ni en el de María Moliner.
     Luego, también, como el ilustre Matías, le encontré una definición adecuada a la nueva palabra, e incuso varias. Estas son las que se me ocurrieron en su momento, a saber:
1- Recipiente donde dejan y recogen saludos anónimos, por si a alguien les hiciera falta.
2- Bolso donde se guardan los saludos intercambiados durante cualquier transacción económica.
3- Persona que se dedica a alegrar a las gentes con sus saludos a cambio de una sonrisa o de algunas monedas.
     Existían seis definiciones más, pero como soy un desmemoriado, se me olvidó apuntarlas en algún papel (o quizás sí que las apunté, pero he olvidado donde dejé el papel) Os invito - u os reto - a que las descubráis. Saludos, de Saluditero.