miércoles, 21 de diciembre de 2011

Aprenda alemán en siete días*

Derribos Arias fue el mejor grupo de aquello que se llama ahora de manera tan unánime y orgullosa “la movida”. Diego A. Manrique y  Jesús Ordovás y algún que otro crítico musical son los únicos autorizados para hablar con propiedad de aquella manifestación cultural de inicios de los ochenta. No obstante, sí que me gustaría señalar que la mayor parte de aquellos grupos estaban formados por “hijos de papá” que podían permitirse el lujo de ser músicos y publicar sus trabajos con el dinero de sus papás... o mamás.
De todas formas Derribos Arias (Ignacio Gasca, Alejo Alberdi, Juan Verdera) es de esos grupos como Siniestro Total o como el inigualable Fabio Macnamara que hacen con sus canciones que uno se levante por la mañana con una sonrisa en la cara (no es fácil con los tiempos que corren) y decidiendo tener sus canciones como principio y final de forma y actitud ante la vida (aprende Almodóvar... que pena me diste cuando te vi vendiéndote como paradigma de la movida a Alberto de Mónaco para recaudar fondos para tu última película magdalenera). Surrealismo como vehículo cultural, ¿qué más se puede pedir? Aprender alemán en siete días...
Aprenda alemán en siete días... es algo más que una canción y es algo menos de lo que se tarda en aprender castellano. Esto lo aprendí cuando me convertí, sin buscarlo, en uno de los primeros estudiantes valencianos que acogían estudiantes de Erasmus, cuando los que venían lo hacían con la idea de aprobar alguna asignatura, sí, claro, saliendo de casa los jueves y no volviendo hasta el domingo, incluso alguno tuve que no lo hacía hasta los lunes y con resaca. Lo que sucedía es que una vez aterrizaban por aquí, las escuelas (así se llaman a las facultades en la universidad politécnica) les comunicaban que ninguna de las asignaturas de las que se matricularan les sería convalidada en su facultad de origen.
Nadie nos reconocerá nunca la labor que hicimos entonces los que los acogimos en los pisos de estudiantes compartidos, porque nos convertimos en gratuitos profesores amateurs de español (también tuvimos que explicarles por qué en Valencia era mejor decir castellano que español) no sólo les enseñamos a perfeccionar el idioma sino también la cultura y, en mi caso concreto, hasta les enseñamos a cocinar (tortilla de patatas y paella, que era lo que más les gustaba, se volvían locos).
Ahora en serio, ¿cómo se le explica a una persona hecha y derecha con pelo en el pecho o con enormes pechos la diferencia entre el “haber” y el “tener” o el “ser” y “estar” si en sus idiomas no existe diferencia; o por ejemplo ¿por qué incombustible quiere decir que NO se puede quemar y, sin embargo, inflamable quiere decir que SI se puede quemar? Por aquel entonces, principios de los noventa San Google y Santa Wikipedia no existían, e Internet era bastante más rudimentario y lento, quien disponía de él. Que a nadie se le olvide que una cosa es hablar con corrección y otra muy diferente y, muy difícil –doy fe de ello-, es explicar la corrección.



* La letra es muy sencilla: Worüber wollen Sie sprechen? ¿De qué quiere Vd. / quiere Vd. hablar? Fahren Sie mit Fritz? Fahren Sie mit Dora? Viaja Vd. con Fritz o va Vd. con Dora? Studieren Sie oder arbeiten Sie? ¿Estudia Vd. o trabaja? Fahren Sie mit Fritz? Fahren Sie mit Dora? ¿Viaja Vd. con Fritz o va Vd. con Dora? Aprenda alemán en 7 días. Eins, zwei, drei, vier.

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