sábado, 22 de junio de 2013

Suprematismo

Universo cultural u homenaje a Malevich.
(2013) – Diego Iglesias.
La sensibilidad sabe mucho de espacios blancos listos para ser impresos de ideas. Este eufemismo sobre la virginidad resulta recurrente a la hora de explicar la génesis de la obra de arte. Después viene el experto con su crítica indiscutible avalada por lectores ávidos de tecnicismos que expresen emociones y lanza el exabrupto, la palabra que resume meses, si no años, de trabajo. Pretencioso, ¿no? Bueno, al menos así queda demostrado que, en una obra de arte, cualquiera puede conocer más de la obra que el propio artista porque éste ha sido incapaz de sintetizar en una sola palabra, imagen, sonido, aroma o sabor la expresión de su idea.
El soporte en blanco al que se enfrenta cualquiera cuando quiere expresar una idea (bien sea la hoja de un papel, un bloque de mármol o un plato de loza) no es más que la suma del acervo cultural de la humanidad concentrado en una diminuta superficie —o volumen— esperando a que alguien elija cuál de las infinitas expresiones que contiene sea extraída, por lo que podemos concluir que sólo somos meros descubridores —por destapar— del saber y no creadores —por hacer algo de la nada— como pudiera parecer.