jueves, 14 de abril de 2011

Original, copia y tributo

Un viejo maestro decía que había que aprehender para aprender y que, puestos a aprender, lo hiciéramos de los maestros. Lo que se guardó para la tumba es que si se pretende aprender durante toda la vida también hay que aprehender hasta el final, lo que dejaría de lado la originalidad; cosa que no me molesta, puesto que la originalidad creo que no existe porque como otro viejo maestro decía  "lo original no sirve para nada si no se le encuentra alguna utilidad". El cómo distinguir entre lo original, la copia y el tributo parece ser trabajo de críticos, pero todo se reduce a determinar la autoría de la obras -cuando el autor hace copias de una misma obra se llaman estudios, variaciones o pruebas- Si tuviéramos la posibilidad de observar la génesis de una idea original, descubriríamos que se forma por multitud de imágenes (aprehendidas a lo largo de la experiencia) que intentan enlazarse como las piezas de un puzle y que tan sólo la habilidad del individuo -o del equipo- pueden hacer que piezas diferentes encajen sin forzarlas (la maestría)
   Que se califique a los maestros de originales es cada vez más exasperante cuando uno se da cuenta que detrás de cada obra maestra siempre hay influencias -lícitas por otra parte- y esto último siempre se obvia, sobre todo por los malos críticos y para la mayor parte de los usuarios/consumidores que tan sólo valoran la copia porque no saben lo difícil que es ser original (auténtico se decía en mi época juvenil)
   Otra confusión es la existente entre la copia y el tributo u homenaje. La copia es una imitación sin otro valor que el número que exista de ellas; mientras que el tributo es una reflexión sobre el original. En ambos conceptos el original es imprescindible puesto que sin él no existirían, pero el tributo es original frente a la copia y eso es lo que hace que se valore más entre quien sabe valorarlos. El problema vuelve a surgir cuando los que valoran sólo la copia y desprecian el tributo acaba por no comprender lo original y sucumben a la inmediatez del aprehensión frente al lento proceso del aprendizaje. La copia da dinero rápido, el original, no.

John Williams "March of Ewoks" Return of the Jedi [Copia]

P.D.: los viejos maestros, ya fallecidos, son Alejandro de la Sota y Fco Javier Sáenz de Oíza, arquitectos.

miércoles, 13 de abril de 2011

Aviso para el señor Walter Elias Disney

"En cuanto me muera y me vaya al infierno pienso pedir un permiso para visitarte allá donde estés. Me da igual que sea en el cielo o en el infierno -si es en este último, ¡mejor!- porque tengo muchas cuentas que ajustar contigo. ¿A qué vino eso de matar a la madre de Bambi? Estoy deacuerdo que no se ve, pero incluso un niño como yo lo entendió en su momento. Eso fue una crueldad. Tanto que a mí me ha marcado durante toda la vida. Empecé matando insectos con tan sólo tres años. Luego, con la complicidad de otro niño del barrió, a los ocho años, matábamos gatos ahorcándolos con lazos. A los catorce, junto con otros dos, nos dedicábamos a dar palizas por encargo a los desviados del parque haciéndonos pasar por chaperos. Cuando cumplí dieciocho me dediqué profesionamente, hasta la fecha, a liquidar a cualquiera por dinero (tengo tarifas anticrisis) y me he especializado en morosos. Mi psicólogo me dice que la raiz de todo mi odio son tus dibujos; no sólo la muerte de la madre de Bambi, sino también el encarcelamiento de la madre de Dumbo, la muerte de Blancanieves, el maltrato de Cenicienta a manos de sus hermananstras. Pero, ¿que te hizo a ti tu madre para que maltratases  luego tanto a las mujeres en tus películas? Ningún jurado popular, ni ningún juez te juzgó porque fuiste poderoso y multimillonario -ya ves de qué te han servido tantos millones, estás muerto y enterrado, como todos- pero yo creo que te has quedado en el infierno y, tras el juicio final, ahí te vas a quedar hasta que congele, conmigo al lado recordándotelo todos los días, a todas horas. Voy a ser tu suplicio para la eternidad; créeme, soy bueno en mi trabajo y he decidido convertirme en el vengador de todas esas pobres personas a las que les robaste un trozo de su infancia, que les rompiste el corazón a tan tierna edad. Pongo a dios y al diablo por testigos de que no voy a descansar, y si alcanzaras, por algún casual, cosa que dudo, el perdón divino, te juro que removeré Roma con Santiago, o el infierno con el cielo, para que se reabra constantemente un juicio hasta que se te declare culpable y desciendas al infierno, conmigo".