Inteligencia y propósito, o inteligencia o propósito. Porque el propósito no tiene por qué ser inteligente, también puede ser necio o espurio. El sufijo adverbial –mente deriva del latín mens, mentis (que significa inteligencia, propósito). Mente, como sustantivo, es un cultismo con el mismo significado, pero que también ha derivado en un significado “vulgar” como cerebro, asociado, cómo no, a la inteligencia, aunque haya personas que sólo les sirva como contrapeso para poder ahogarse en la piscina —inteligentes que son—.

Resulta extraño escuchar por ahí “concienzudamente” en vez de “a conciencia”, “paralelamente” por una forma más sencilla como “en paralelo”, o “inteligentemente” por “con inteligencia” o “con propósito inteligente”. Puede que sea por un deseo inconsciente de realizar un discurso escueto y con el menor número de vocablos —siempre es recomendable sintetizar todo lo posible— pero el léxico castellano es muy rico a poco que se piense lo que se dice. ¿A ver si va a ser eso, que no se piensa lo que se dice? Sería triste.
Quien escribe estas palabras renegó hace tiempo de este recurso o moda lingüística, por lo menos en el ámbito escrito, porque oralmente, difícilmente se puede.
Eu, yo dejé aquí un comentario reciente-mente, lo juro..., en fin meigas hay por todas partes y la red no iba a ser diferente.
ResponderEliminarBueno, decirte que me han gustado tus didácticas palabras, que son coherentes y se entienden estupenda-mente.
;) Abrazos virtuales, que espero te lleguen rápida-mente.
Bueno, Yolanda, no te preocupes, lo importante es que este sí que ha llegado. Gracias por acercarte a este rincón, es muy reconfortante para mí. Otro abrazo muy fuerte para ti.
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