viernes, 17 de agosto de 2012

Perdón, quise decir pestaña


Man Ray: Sade (1933)
Me indigna la corriente puritana que, desde las instituciones, se pretende envolver a los individuos. No concibo que una palabra tan democrática como “culo” no se utilice mucho más en el lenguaje coloquial. Parece ser que el culo sólo puede tener connotaciones eróticas y ese es el motivo por el cual se evita utilizar la palabra. Bueno, boca también puede tenerlas y no por ello deja de usarse; y a mí lo que más me erotiza es un buen par de ojazos o una mirada de largas pestañas... Eso es, de ahora en adelante cuando quiera decir culo diré pestaña, así nadie se molestará.
Pero cuando digo que el culo es democrático no solo me refiero a que todo el mundo lo tiene, incluso los que están todo el día partiéndoselo (no sé cómo, si ya nacemos con él partido) sino que en realidad lo que quería decir es que es asexuado, polisexual —a la vez que polivalente— porque es admirado y usado por igual por todos los grupos. No conozco a nadie, de cualquier sexo ni de ningún tipo de tendencia sexual, que no se fije cuando pasa por delante de ellos un bello culo (digo bello y no hermoso porque para los culos la hermosura está asociada a la gordura, y tampoco digo buen culo porque parece así que existan malos culos... todos los culos son buenos porque nadie sufre del culo, las posaderas nunca están enfermas, puede que deformes pero cuanto más deformes, mucho más confortables y cómodas, para sentarse, claro) y el que lo niegue, miente como un bellaco.
La admiración del culo... ¡Perdón, quise decir pestaña! ...lleva a presuposiciones y prejuicios con fines más moralistas que racionales. El hecho de que alguien pueda sentirse atraído por mirar y admirar un culo no quiere decir que tenga que ser un sodomita —ojo, que no se me molesten los habitantes de Sodoma[1]—, sino un simple observador: se mira, se observa, se admira, se disfruta. Esto tiene más que ver con el placer y el goce de lo bello que con el “voyeurismo”. No puede existir ninguna diferencia en la contemplación de la pestaña del David de Miguel Ángel y la pestaña del muchacho con el que coincido todas las mañanas en la parada del autobús, ni mucho menos con la pestaña de la joven que me ofrece cigarrillos de promoción en el estanco; porque todos tienen unas pestañas proporcionadas y equilibradas, ergo bien compuestas y, por ende, perfectas y bellas.
Para finalizar me gustaría apuntar la excelencia del culo andrógino que se representa en el trabajo de Man Ray. Resulta difícil distinguir el sexo del o la modelo, siendo ese el motivo principal que le da a la obra un mérito maravilloso. Sencillez e intención —mala intención— al enmarcarlo en el crucifijo al revés: el pecado de la sodomía otra vez que, a mi modesto entender, no es la homosexualidad, sino la perversión sexual. Aunque la perversión tiene una relación muy íntima con la libertad de los individuos que la practiquen. Pero eso no es otra historia, sino varias...


[1] Tengo claro cuál es el pecado de los sodomitas para la Iglesia. Lo que no sé es el de los gomorritas.

7 comentarios:

  1. Cuánto me gustan tu habilidad para desdoblar y despiezar y destripar y componer y descomponer y naturalizar las cosas.

    Uff, que lio. Bueno, que me encanta tu visión sobre las pestañas.

    Aliñas muy bien tus historias.

    Fantástica.

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  2. Buena meditación veraniega, época en que las pestañas corren alegremente por las playas sin ninguna contención.

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  3. Bueno, gracias, se trataba de eso. Un abrazo.

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  4. Me parece imposible la complicidad que tenéis las palabras y tú... Un beso. Menuda orgia...

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  5. Gracias, Mercedes. Las palabras pueden llegar a ser tan hermosas por sí mismas... y darle un carácter único a aquello que se refieren. Es cierto, confieso que me gustan.

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  6. Eufra, he arrastrado "a mi costilla" hasta aquí y le ha gustado mucho tu pestaña, a veces le leo tus micros y le encantan, tus letras cargadas de humor levantan pasiones en nuestra casa.

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  7. Hola, Yolanda. Dale las gracias de mi parte a Chema. No sabes cuánto me alegra que os diviertan, así sé que el esfuerzo no es en vano. Un beso muy fuerte para Para Chema, para Dani y para ti.

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